Homenaje a Luis Miguel Carrión Huertas «Curro»

El tiempo da forma a los hechos y luz a los recuerdos. Los acontecimientos no son más que continentes vacíos sin las personas que les dieron vida. Desde el Carmen al Salvador, desde los escribanos a Trevilla, la cofradía del Santo Sepulcro se ha jalonado con los nombres que le dieron vida y nos la hicieron llegar hasta el mismo día de hoy.

Uno de esos nombres es el de Luis Miguel Carrión Huertas. Sin Curro delante del paso de Nuestro Señor, no se entendería una porción fundamental de las dos últimas décadas de nuestra hermandad. No son las palabras que algún día se leerán –en negro sobre blanco- y sean apenas un dato venido del pasado. Serán miles de tardes de Viernes Santo, anudándose el nudo de la corbata cuando la garganta se cierra en la víspera inmediata de la procesión. Miles de tardes cuando el sol languidecía y caminaba, seguro, hacia los patios de San Francisco en el epílogo predicho de la Semana Santa. Miles de tardes con Carlota de la mano, proyectando la generación que nadie ve, que está ahí. Miles de tardes, mientras entregaba el trabajo a los hombres que decidieron ser guiados por su capataz como una sombra decidida a surcar de su mano el camino más profundo del alma de la ciudad. Miles de tardes que se pierden en la oscuridad perseguida del templo, cuando Curro –el niño, el padre, el capataz- son parte de un ser que mira a Nuestro Señor del Santo Sepulcro, a la Virgen del Desconsuelo, con el asombro y el escalofrío de la primera vez…

La noche de cada Viernes Santo, mientras la hermandad desciende al primer templo de la ciudad, la imagen de Luis Miguel se proyecta como una silueta de sí mismo a la que el tiempo ha ido dando forma y luz a los recuerdos para que, en cada mirada, en cada vuelta, en cada golpe del martillo eterno que nos llama a la vida, Luis, Curro, nuestro capataz sea parte indisoluble de la estampa del Santo Sepulcro.

Dedicatoria de la Hermandad de la Inmaculada Concepción y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor del Santo Sepulcroy Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, a Luis Miguel Carrión Huertas «Curro». Capataz titular de la cofradía, con motivo del homenaje por su XXV Aniversario como capataz de María Santísima de la Candelaria.

Texto. Blas Jesús Muñoz.

Fotografía. Roldán Serrano.

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