Altar de Cultos del 450 Aniversario del Santo Sepulcro

La priostía de la hermandad ha ejecutado un altar de cultos para esta cuaresma que pretende sintetizar la historia de nuestra corporación durante 450 años de vida; teniendo como referente temático distintos aspectos significativos que, desde 1573 hasta la más recientes circunstancias, reflejan de forma simbólica la idiosincrasia de la hermandad.

El yacente, se presenta y preside la cornisa superior de la composición recordando aquella etapa en la que como crucificado de brazos articulados protagonizaba el ritual del Descendimiento cada Viernes Santo antes de realizar Estación de Penitencia a la SIC desde el Carmen de Puerta Nueva donde se disponía untablado para hacer el paso” con un coste de  50 reales. El calvario se decoraba con “lentisco, cañas y tomizas sobre el que se colocaba un paño pintado que se pone encima del tablado para poner el Crucifijo y bayeta del púlpito”.

A un nivel inferior, pero también en la calle central del retablo efímero se ubica Nuestra Señora del Desconsuelo, ataviada con vestimentas en color blanco y manto negro que pretenden recordar a Nuestra Señora de las Penas, primitiva titular mariana de la corporación, talla a la que se le pierde la pista tras el traslado de la cofradía a la Compañía en 1836 y que en paso de palio las fuentes de la hermandad relatan que vestía “manto de terciopelo negro y delantal de tafetán, estola negra, toca y pañuelo blanco y guardapiés. Sobre el pecho los cofrades colocan un corazón de plata con siete puñales y sobre la cabeza un resplandor del mismo material” . La Virgen se presenta con la Diadema de Nuestra Señora de la Soledad de la Hermandad del Nazareno que ya también uso en 1978 y el tocado se ha compuesto con una mantilla de encaje donada por la familia Jiménez de la Linde.

A ambos lados del conjunto los arcángeles del Retablo del Perpetuo Socorro sostienen la Bandera de la Cinco Cruces  y la Blanca con el Anagrama del Ave María Reina. El Ángel de la Guarda con el pendón negro proteje -dándole la mano-  a un niño Nazareno con el habito de penitencia actual, que representa aquella juventud cofrade que en 1973 recoge el testigo de los Caballeros del Santo Sepulcro. Mientras que, su homólogo, sostiene la Bandera Blanca como símbolo de vinculación desde 1836 entre los que fueran titulares del gremio de Escribanos públicos de la ciudad de Córdoba, la Inmaculada Concepción y el Santo Sepulcro. Ambos se encuentran iluminados por los candelabros de plata Meneses que encargará la Condesa de Cardenas y que iluminaban el paso del Santo Sepulcro, donado también por ella a la cofradía en las primeras décadas del s. XX. 

Todo el conjunto de tendencia piramidal y resuelto con 148 puntos de luz, pretende ser una síntesis del magisterio impartido por Don Manuel Palomino Gonzalez, hermano de la corporación que  con su entrega ha enriquecido y ayudado a engrandecer toda una tradición en la construcción de altares efímeros de nuestra cofradía. 

 

Año Jubilar

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